CENARD
Ugarte 1967
Malabia 1370
O'higgins 2733
Manso & Bautista de la Salle
Cramer y Mendoza
Av. Luis María Campos 1461
Moldes 1401
Rodríguez Peña 1154
Av. Independencia & Av. Paseo Colón
Cdad. de la Paz 1240
11 de Septiembre de 756
Cdad. de la Paz 415
Arce 591
Av. Pueyrredón 1200
Bonpland 1883
Santos Dumont 3405
Humboldt 19481
Bonpland & El Salvador
Costa Rica 5511
Av. Juan Bautista Justo 902
Costa Rica 5480
Costa Rica 5551
Humboldt 1948
Guatemala 4870
Nicaragua 5580
Aráoz 793
Dr. Nicolás Repetto 1192
Gallo 1286
Av. Pueyrredón 1200
Av. Pueyrredón 1229
Paraguay 2417
Formosa 229
Méndez de Andés 1442
Condarco 980
Argerich 731
Sanabria 650
Lomas de Zamora
Búsqueda y compra de terrenos
Arquitectura
Construcción
Gestión municipal
Dirección de obra
Somos Grupo Bilbao, un equipo que nació del reencuentro entre amigos y del deseo de construir un proyecto propio. Horacio volvió de España, Iván vendió su casa para apostar al proyecto, y junto a Jorge, arquitecto y parte fundamental del arranque, empezamos a darle forma a esta historia.
Después de una primera experiencia en obra pública, decidimos enfocarnos en desarrollos privados, con una base clara: la confianza.
Esa confianza se selló en una heladería, con Hernán Tebele, un cliente que creyó en nosotros.
Desde entonces, no paramos de construir.
En 2011 abrimos nuestra primera oficina y el equipo comenzó a crecer. Vinieron los depósitos, los locales, las oficinas… y luego los grandes hitos: nuestro primer edificio de viviendas y el Hotel Clásico.
Así construimos Grupo Bilbao: con trabajo, compromiso, amistad, una visión compartida y la convicción de que siempre se puede ir un paso más allá.
Después de 13 años, algo que valoramos es habernos tenido siempre cerca. Hoy miramos hacia adelante con la misma convicción con la que empezamos: hacer obras que nos enorgullezcan.
Nos mueve la satisfacción de construir bien, con detalle, con sello propio. Sabemos adaptarnos, aprendemos de cada experiencia y seguimos creciendo, con la resiliencia como parte de nuestro ADN.
Nuestro futuro lo estamos construyendo como todo lo que hacemos: con dedicación, honestidad y la certeza de que lo mejor todavía está por construirse.
Iván es la primera de las piezas en este rompecabezas que hoy conforma a Bilbao.
En sus inicios tenía un negocio de artículos sanitarios, pero, motivado por un cliente, decide embarcarse en el proyecto de reformas en escuelas de la Matanza; trabajo que, sin querer, termina siendo el primero de los que emprende junto a su amigo de la infancia, Horacio y desencadena en el nacimiento de Bilbao.
Tras muchos sacrificios, idas y vueltas, errores convertidos en aprendizajes y sobre todo perseverancia para enfrentar los momentos difíciles, Ivan se embarca en el proyecto de la constructora, pero lo primero que edifica no son locales ni edificios de viviendas, su primera gran construcción fue su equipo de trabajo; como bases: Horacio, su amigo de la infancia, para poner orden en el área administrativa, y Jorge, arquitecto que conoció en un proyecto anterior y contaba con un gusto impecable al momento de construir.
Hoy, más que socios, son hermanos, son familia. Y él mismo asegura que su incorporación y la del resto del equipo que hoy conforma Bilbao, son la mejor decisión que pudo tomar.
“Vivi” es una de las primeras personas que integra el recién nacido Bilbao en el año 2011. En ese momento trabajaba con “Cacho” quien la presenta al equipo y deciden que dedique medio día para cada uno. Sin embargo, el volumen de proyectos empezó a crecer y le proponen a Vivi que se sume jornada completa al área administrativa de Bilbao.
En ese momento era la única integrante de este departamento y le tocaba hacer un poco de todo: “Con el tiempo fuimos creciendo, empezamos a tomar gente y a organizarnos mejor, hoy podemos mirar para atrás y decir con orgullo que cada reto lo hemos pasado y todo los desafíos han significado el crecimiento que hoy es motivo de satisfacción”, recuerda Vivi.
Aunque muchos la ven como una persona estricta y muy organizada, Vivi se ha ganado el corazón de todo el equipo Bilbao. Cada encuentro, cada proyecto, cada reto cumplido (e inclusive cada salida para tomar unos “tragos” ) la convirtió en parte de la familia y hoy es parte fundamental, pieza clave de la constructora.
El trabajo de Jorge es el corazón que mueve a la empresa, es el arquitecto que ha llevado su talento, sus ideas y su imaginación a cada obra de Bilbao. Solo basta ver los resultados finales de cada una para conocer la inmensurable impronta de su trabajo.
En la perfección por los detalles, en su gusto impecable, en el detenimiento por escoger productos de calidad, en la necesidad de marcar la diferencia, en que la obra “sea linda, se destaque y no solo sea una construcción más”, allí, en todo eso y más, está él.
Al hablar con Jorge, él asegura que no hay nada más gratificante en su trabajo que ver las obras finalizadas y recordar todo lo vivido en cada construcción. Es el trofeo, que, aunque no puedes quedarte ni llevarte a casa, está allí para recordarte el lado más lindo de trabajar en este mundo, así como lo llama él: “El mundo Bilbao”.
Orden y estructura, esto es justamente lo que aportó desde un inicio Horacio a Constructora Bilbao.
Posterior a su vuelta a Argentina y a su encuentro con su amigo de la infancia Ivan, tomó las riendas administrativas del proyecto y fue un pilar fundamental para el éxito que ha construido en conjunto con todo el equipo de trabajo.
Si hay algo que resaltar de Horacio es su persistencia y su carácter resolutivo, centrado, siempre enfocado en alcanzar los objetivos, aún cuando las circunstancias fueran realmente difíciles. Así fue desde el momento uno, cuando lleno de expectativas y proyectos por cumplir, se juntó con Iván en el departamento de San Justo para darle forma a los primeros trabajos de la constructora.
En Bilbao ha pasado durante 13 años por todas sus etapas:
Buenas, no tan buenas, malas, sin embargo, siempre apostó, siempre estuvo, siempre tiró hacia adelante.
Luego de la pandemia, decidió proponer y tomar las riendas del área administrativa de la desarrolladora, lo que terminó siendo una decisión fundamental para reordenar los proyectos y arrancar esta nueva etapa con mayor organización entre ambas partes.
Leandro entra a trabajar en octubre del 2020, justo luego de que se transitara todo el proceso de la pandemia. Sin embargo, su amistad con Horacio nació mucho antes, específicamente 26 años atrás, cuando los unió un trabajo en común; desde ese momento fueron grandes amigos y a pesar de tomar caminos laborales distintos el contacto permaneció.
Pero no fue sino hasta ese año, el 2020, cuando se reencuentran y Horacio le propone trabajar juntos para “darle una mano” en unos temas. Leandro acepta, decidido a emprender un vuelco en su carrera profesional.
Es así, como entra a ser un apoyo fundamental para Bilbao, justo en el momento en el que Horacio toma el mando del área administrativa de la desarrolladora.
Hoy, Leandro sigue gerenciando la desarrolladora y además brinda soporte en el área administrativa de Constructora Bilbao.
Hernán comienza trabajando -aún sin conocerse personalmente- con Iván, Horacio y Jorge, porque la recién nacida Bilbao se encargaba de todas sus obras a través de un intermediario, hasta que, como comentamos en el inicio, se encuentran en la heladería y empiezan a trabajar de manera más formal.
“Él vivía frente a Formosa 229. Nos comentó que quería que nos
encargáramos del proyecto. Y así fue, buscó incesantemente a sus dueños y finalmente compró el terreno que estaba completamente vacío. Se había obsesionado con él, tanto así que estaba no solo en su mente, también en su mesita de luz, allí tenía la plancheta del proyecto, para verlo y recordarlo todos los días, hasta que se hiciera realidad” Recuerda Horacio.
Y esa misma historia de cómo nace Formosa 229 es la anécdota que permite describir perfectamente a Hernán.
Un optimista nato, con una inteligencia emocional muy bien trabajada, que apuesta todo por alcanzar sus objetivos y que es capaz de integrar, desde su visión, el área comercial de la desarrolladora, con el área de la constructora, para tomar decisiones que favorecen a ambas partes y terminan siendo base firme en la consolidación de cada uno de los proyectos de Bilbao.
“Cachi” -como jocosamente lo llaman sus compañeros entra a Bilbao en el año 2012 luego de varias conversaciones con Jorge y con Ivan. Estaba complacido de poder unirse a un equipo, para ese entonces pequeño, pero con grandes proyectos por cumplir.
Recuerda esos primeros años como encargado de obra llenos de muchos desafíos: “Teníamos que hacer de todo, cada uno con su compu, no teníamos oficina, ibamos de allá para acá, resolviendo lo que debíamos hacer día a día; cada vez se sumaba más gente y más volumen de trabajo, así que fuimos creciendo, a la par de esas exigencias, para dar siempre lo mejor, con la excelencia a la que estamos acostumbrados”
En la mente de “Cachi” quedó una frase que le dijo Hernán en una de las primeras reuniones de trabajo “Yo no sé si vas a ganar plata acá, pero de que vas a comer asado todos los viernes, vas a comer. Eso seguro”. Una frase jocosa, pero que, sin duda, es parte de la esencia del equipo Bilbao.
Rami entra en 2014 con el entusiasmo de querer pasar de las paredes de un estudio a estar en obra, y eso era justamente lo que necesitaban en Bilbao, alguien que pudiera darle una mano a “Cachi” quien para ese momento estaba solo y copado de trabajo por el crecimiento exponencial de la cantidad de obras.
Empiezan los proyectos y su trabajo fue evolucionando; ya para el 2016 pasa a ser coordinador de obras y en el 2018 comienza a gerenciarlas, ya con coordinadores a su mando y nuevos desafíos por cumplir. Rami recuerda que fue a partir del 2017 cuando empezó a cruzar más información y a coordinarse como dupla con “Cachi” entendiendo que juntos podían unir fuerzas y trabajar aún mejor.
También recuerda el 2019 como un año lleno de muchos retos por cumplir: “Teníamos que terminar cuatro obras y habían muchos problemas que lo complicaba, sin embargo, con esfuerzo lo logramos; luego cayó la pandemia en el 2020 y, aunque fue un tiempo sumamente difícil, nos sirvió para tener el espacio libre y maquinar junto a Cachi lo que sería la reorganización y el nuevo inicio de Bilbao”. Desde entonces, Rami se ganó aún más la confianza del equipo y conforma, junto a “Cachi” la dupla perfecta del departamento de obras de la constructora.